Pan de focaccia con cebolla y aceitunas

Buenas tardes a todos!
Como estáis? Por aquí hemos disfrutado de una bonita nevada (no es muy común que caiga nieve, y menos tanta!!) y llevamos todo el fin de semana con mucho frío y viento así que me apetecía algo para encender el horno, para que toda la casa oliese de forma fantástica y ya que estamos se calentase un poco la casa!
Así que he hecho un pan de focaccia, lo llamo pan porque tiene mucha miga, incluso podríamos hacer un bocadillo utilizando esta focaccia y porque tiene mucho reposo de la levadura, triplicando el tamaño de la primera bola de masa. Ahora os cuento la receta:


Ingredientes:

1 vaso de agua caliente
15 gr de levadura fresca
2 cucharaditas de azúcar
200gr de harina (o lo que os pida la masa)
sal
1 cebolla grande
10 aceitunas verdes
orégano
aceite de oliva


Elaboración:

Tal y como os he dicho se trata de una masa muy elaborada, de bastante tiempo de preparación y nada express como suelo hacerlas pero esta vez me apetecía una focaccia con miga, con consistencia de pan y muy aireada, para ello empezamos disolviendo el azúcar en el agua tibia, a continuación incorporamos la levadura y removemos un poco hasta que se disuelva, después añadimos 1/3 de la harina y dejamos reposar unos 15 minutos, hasta que la mezcla duplique su tamaño.
Cuando veamos que la mezcla ha crecido incorporamos el resto de la harina, junto con la sal, un chorrito de aceite de oliva, la mitad de las aceitunas cortadas y el orégano y trabajamos la masa hasta que quede consistente, algo elástica y homogénea (exceptuando por los trocitos de aceitunas, claro).
Dejaremos reposar la masa durante 20 o 30 minutos, mientras tanto cortamos la cebolla en juliana, cortes muy finitos y hacemos lo mismo con las olivas restantes.
Pasado el tiempo de reposo extendemos la masa en la placa de horno (con los dedos, nada de utilizar rodillo, queremos que la masa mantenga el aire que hemos conseguido en este tiempo) y añadimos las verduras por encima, acabamos con un poco de aceite de oliva, sal y orégano por encima.
Horneamos durante 20 minutos a 200 grados o hasta que veamos que la masa comienza a adquirir ese precioso color dorado y a comer!
Espero que os haya gustado esta receta, nosotros seguimos cocinando con mente y soportando el frío :)